Arcachon,
un destino para vivir y amar
Lanzada por el auge de los baños de mar en el siglo XIX, Arcachon ha sabido conservar sus tradiciones, su autenticidad y su singularidad. Aquí, el aire marino y el ritmo de las mareas le llevan de la mano.
Venir a Arcachon es la oportunidad de descubrir una zona maravillosa para la aventura: senderos y carriles bici, una extensión de agua perfecta para practicar deportes náuticos de todo tipo.
En Arcachon, tomarse tiempo para vivir es una forma de vida. Un auténtico paraíso para los epicúreos.
Tómese su tiempo para pasear por la playa, recorrer el puerto de Arcachon, pasear por los mercados o escuchar el suave murmullo de las olas desde un barco con destino a la Îleaux Oiseaux.
También puede tomarse su tiempo para visitar la lonja de Arcachon, detenerse en una cabaña ostrícola y apreciar el saber hacer ancestral de los ostricultores degustando una docena de ostras acompañadas de un vaso de vino blanco, un ritual sin el cual las vacaciones no tendrían el mismo sabor.
Disfrute del momento… la vida es buena en Arcachon.